domingo, 16 de diciembre de 2012

19 del 12



ADVIERTE MOYANO

El Comité Central Confederal de la CGT que lidera el camionero Hugo Moyano había manifestado su preocupación por "el horizonte de conflictividad que se vislumbra y la alteración de la paz social en el país". Advertía también su preocupación por la "escalada verbal sin discusiones posibles, el agravio fácil, los insultos esgrimidos desde las tribunas oficialistas".
Entendía que era una demostración de la "incapacidad de establecer un diálogo social con quienes tienen otras prioridades que les urgen solucionar, otras razones que esgrimir y que no aceptan más verdad que la realidad imperante".
En una declaración que firmaron Moyano y Oscar Plaini, la CGT liga los episodios de violencia que se produjeron frente a la Casa de Tucumán en la capital y en la zona del Obelisco en este caso protagonizado por hinchas de Boca con aquella advertencia."Es claro que quienes llevaron adelante el vandalismo no buscaban otro fin que el desorden sin otro objetivo. Los motivos por los que esas convocatorias originalmente se citaron, nunca fueron los verdaderos fines de estos inadaptados sociales", agrega la entidad.

Frente a la movilización del próximo día 19 señala que será "en paz y sin altercado alguno. Los trabajadores, a lo largo de nuestra rica historia, hemos dado ejemplo en manifestarnos públicamente sin que se sucedieran alteraciones. Cuando ello ha sucedido fue porque factores externos, con aviesa intencionalidad, alteraron lo que era una libre expresión popular para transformarla en un hecho policial".

Entonces, le pide al gobierno para que tome "todos los recaudos necesarios" para dar seguridad "para que esos agentes exógenos no alteren nuestros reclamos. Lo hacemos expresamente responsables de nuestra seguridad y de los ciudadanos. Nuestro fin es claro y preciso: esgrimir nuestros reclamos en una reunión popular. No nos interesan los desordenes ni la violencia. Por el contrario, van en contra de nuestros intereses".

Moyano habla de agravios cuando ha sido él y sus adherentes quienes, en muchas ocasiones, usaron un discurso agresivo para descalificar a la presidenta y al gobierno que hasta hace poco más de un año acompañaba con fervor militante.

Ahora se ha convertido en un furibundo dirigente opositor que niega que muchas medidas tomadas desde el 2003 favorecieron a la clase trabajadora. Entonces, abre el paraguas por las dudas como si intuyera que puede pasar algo. Y si pasa algo, él dirá que el responsable es el gobierno por no haber garantizado la seguridad de los manifestantes.

El domingo pasado cientos de miles de personas se movilizaron por el centro de la ciudad sin que fuera reportado un solo incidente. Por cierto que llamó la atención lo que ocurrió en la protesta frente a la Casa de Tucumán donde infiltrados en la marcha protagonizaron actos de violencia que de algún modo, se replicaron en la zona del Obelisco por parte de hinchas de Boca. Los destrozos, los saqueos producidos no tenían nada que ver con el motivo de ambas convocatorias.

Siempre que hay marchas sindicales son los gremios los que adoptan razonables medidas de seguridad para evitar disturbios de parte de aquellos que quieren promoverlos. Pero debería saber Moyano que se han realizado miles de concentraciones de distinto tipo y nunca hubo incidentes, todas se desarrollaron en calma. La protesta está garantizada; cualquiera puede ir a decir lo que quiera donde quiera aunque sean disparates sin sentido.

Está en la esencia de la democracia poder reclamar sin restricción alguna. Quienes se victimizan, quienes se sienten perseguidos pretenden crear un clima enrarecido frente a un hecho que no cambiará el curso de la historia. Muchos trabajadores participarán de esa movilización, se escucharán discursos de fuerte tono opositor, los muchachos se desconcentrarán... y la vida continúa, Moyano.--

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