jueves, 27 de diciembre de 2012

INFORMES DE LA CEPAL



SOBRE
POBREZA E INDIGENCIA

 La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) proyecta que la región finalizará este año con 167 millones de personas en situación de pobreza, un millón de personas menos que en 2011, lo que equivale a 28,8% de los habitantes. El número de personas en extrema pobreza o indigencia se mantendrá estable en 2012, sumando 66 millones, la misma cifra que en 2011.
La pobreza en América Latina continuaría su tendencia a la baja, aunque a un ritmo algo menor al observado en los últimos años, gracias a las proyecciones de crecimiento económico positivo e inflación moderada para 2012 en la región, resume el informe Panorana social de América Latina 2012, presentado hoy en la sede de la CEPAL en Santiago, Chile.
De acuerdo con el estudio, 168 millones de latinoamericanos se encontraban bajo la línea de pobreza en 2011, es decir, 29,4% de la población de la región. Ese año se registró una baja de 1,6 puntos porcentuales con respecto a 2010.
Al igual que en años anteriores, el aumento de los ingresos laborales en los hogares pobres fue el factor más determinante en la reducción de la pobreza. Las transferencias (tanto públicas como privadas) y el resto de los ingresos contribuyeron, pero en menor grado, a este descenso.
"Las actuales tasas de pobreza e indigencia son las más bajas observadas en las últimas tres décadas, lo que es una buena noticia para la región, pero aún estamos frente a niveles inaceptables en muchos países. El desafío es generar empleos de calidad en el marco de un modelo de desarrollo orientado a la igualdad y la sostenibilidad ambiental", dijo la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena.
Según el informe, en la última década se redujo la desigualdad en materia de distribución del ingreso, aunque este tema sigue siendo uno de los principales retos de la región. Las últimas estadísticas disponibles para 18 países indican que en promedio el 10% más rico de la población latinoamericana recibe 32% de los ingresos totales, mientras que el 40% más pobre recibe solo 15%.
Por otra parte, la CEPAL advierte un cambio en la tendencia del gasto público social en la región. Hasta el año 2010 este seguía al alza en América Latina, tanto en montos absolutos como en proporción al gasto público total y al producto interno bruto (PIB), mostrando un carácter contracíclico durante la crisis internacional. Sin embargo, datos parciales de 2011 indican que habría una tendencia a la contracción relativa del gasto social para robustecer las finanzas públicas, lo cual no significa necesariamente una reducción de los montos absolutos destinados a los sectores sociales.
En la edición 2012 del Panorama social también se abordan algunos aspectos relativos al tema del cuidado en América Latina. Este "es un asunto fundamental en torno al cual existen profundas desigualdades y discriminaciones de género que afectan negativamente a la mujer, quien lleva la carga del cuidado en calidad de trabajo no remunerado y poco reconocido", dice el informe. Para las mujeres es difícil "conciliar el trabajo no remunerado del cuidado en el hogar con el trabajo remunerado fuera del hogar", agrega.
Específicamente el documento examina el empleo remunerado en actividades de cuidado, así como los gastos de los hogares en estos servicios, y propone una serie de recomendaciones de política.
De acuerdo con la publicación, 6,7% del total de ocupados en América Latina (con datos para 14 países) trabaja en el sector del cuidado y alrededor de tres cuartas partes de estos trabajadores están empleados en el servicio doméstico en hogares. Las mujeres ocupan 94% de los trabajos asociados a este sector: 71% en el servicio doméstico y 23% en servicios educativos y de salud. El 6% restante corresponde a hombres empleados en el servicio doméstico y en otras ocupaciones del ámbito del cuidado.
Entre los trabajadores del cuidado se observa una mayor incidencia de la pobreza que entre el resto de los ocupados (24,1% frente a 20,2% en 2010). El empleo doméstico, en particular, combina escasa regulación, bajos salarios, poco acceso a protección social, discriminación y condiciones laborales extremadamente precarias, indica el Panorama social 2012.
El informe señala, por otra parte, que un porcentaje bajo de hogares efectúa algún gasto en servicios de cuidado (15%). En promedio, solo 7,6% de los hogares del quintil más pobre efectúa gastos en este ámbito, frente al 32% en el quintil más rico. Entre quienes gastan en cuidado, dicho gasto es notoriamente más alto en los hogares con presencia de adultos mayores.
La CEPAL también examina la situación de las personas con discapacidad en la región, sus necesidades en materia de cuidado y los desafíos que se plantean para las políticas públicas. Según los últimos datos disponibles de distintas fuentes, todavía muy diversas en la captación de información al comparar entre países, alrededor de 12% de la población de América Latina y el Caribe viviría al menos con una discapacidad, lo que involucra aproximadamente a 66 millones de personas.
La Comisión plantea que "se requiere un nuevo balance respecto del rol del Estado, del mercado, de las familias y la comunidad en la provisión del cuidado". Urge un nuevo contrato social que establezca una distribución más equitativa de los roles y de los recursos entre mujeres y hombres en el seno de las familias y de la sociedad, y que potencie un nuevo vínculo entre la esfera pública y privada del trabajo con efectos positivos en el desarrollo productivo, dice el organismo.
En cuanto al rol del Estado, resulta indispensable conformar sistemas nacionales de cuidado, que estén dotados de una institucionalidad pública capaz de integrar políticas y servicios, de articular organizaciones y recursos públicos, privados y de la sociedad civil, y de velar por la pertinencia, integralidad y calidad de los servicios.


AUGURIOS PARA AMERICA LATINA Y EL CARIBE

 América Latina y el Caribe experimentará en 2013 una aceleración de su crecimiento económico a pesar de las incertidumbres que aún persisten a nivel mundial, sobre todo las dificultades que enfrentan Europa, Estados Unidos y China, según nuevas estimaciones entregadas hoy en Santiago de Chile por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
De acuerdo con el informe Balance preliminar de las economías de Améria Latina y el Caribe 2012, dado a conocer en conferencia de prensa por la Secretaria Ejecutiva del organismo de las Naciones Unidas, Alicia Bárcena, la región mostrará el próximo año un crecimiento en torno a 3,8%, impulsado principalmente por la recuperación de las economías de Argentina y Brasil, y la mantención del dinamismo de la demanda interna en varios países.
La región finalizará 2012 con una expansión de su producto interno bruto (PIB) de 3,1%, mayor al crecimiento mundial esperado (2,2%), aunque menor al 4,3% obtenido en 2011, lo que demuestra que la crisis económica global tuvo un impacto negativo pero no dramático en el continente, el cual mantuvo durante el año cierta capacidad de resiliencia para enfrentar choques de origen externo.
Según el documento de la CEPAL, a pesar de lo anterior las perspectivas económicas de América Latina y el Caribe siguen dependiendo en buena medida de la evolución de la economía mundial en 2013. El escenario más probable es que en Europa se prolongue durante ese año el bajo crecimiento, incluso con recesión en algunos casos, aunque simultáneamente podrían darse acuerdos que permitirían superar gradualmente los desequilibrios financieros, fiscales y de competitividad actualmente existentes.
Por otra parte, en Estados Unidos las probabilidades de un acuerdo en el área fiscal aumentaron tras las recientes elecciones presidenciales y China podría exhibir mayores tasas de crecimiento ese año, o al menos no reducirlas, dependiendo del grado en que logre aumentar el consumo interno y mantener las presiones inflacionarias bajo control, y al mismo tiempo recuperar el crecimiento de su exportaciones. Se espera también que el petróleo no se transforme en un factor de inestabilidad adicional por razones de índole geopolítica.
La mantención del dinamismo de la demanda interna en varias economías de la región será consecuencia de la mejoría en los indicadores laborales, del aumento del crédito bancario al sector privado y de precios de las materias primas que no sufrirían caídas significativas adicionales, a pesar de la elevada incertidumbre externa.
Los países del Caribe seguirán mostrando una fragilidad fiscal que requeriría de reformas acompañadas de apoyo externo para asegurar trayectorias sostenibles de consolidación fiscal.
"Persiste en América Latina y el Caribe el reto de aumentar y estabilizar el crecimiento de la inversión, y no depender solo del consumo, como medio para impulsar el cambio estructural con igualdad, incorporar progreso técnico y darle sostenibilidad al crecimiento", indicó Alicia Bárcena en la presentación del estudio.
Balance de 2012
En 2012, la recesión en Europa resultante de desequilibrios financieros, fiscales y de competitividad, junto con la desaceleración de China y el crecimiento modesto de Estados Unidos, contribuyeron a un deterioro significativo de la economía mundial. Las tasas de crecimiento del producto y del comercio mundial cayeron, los flujos de capital a los países en desarrollo se redujeron y su volatilidad aumentó.
El principal impacto de este deterioro en América Latina y el Caribe se reflejó en el ámbito comercial, ya que el crecimiento del valor de las exportaciones de la región se desaceleró marcadamente, desde 23,9% en 2011 a un estimado de 1,6% en 2012.
En el desempeño regional incidieron el menor crecimiento de dos de las mayores economías en la región, Argentina (2,2% en 2012 comparado con 8,9% en 2011) y Brasil (1,2% comparado con 2,7% en 2011), las que representan alrededor de 41,5% del PIB regional. Para 2013 se espera que ambas registren una recuperación (a 3,9% en Argentina y 4,0% en Brasil).
Según el Balance preliminar de la CEPAL, Panamá se mantendrá como la economía con mayor crecimiento en la región en 2012 (10,5% estimado), seguida por Perú (6,2%), Chile (5,5%) y Venezuela (5,3%). Paraguay, San Kitts y Nevis y Jamaica experimentarán una contracción (-1,8%, -0,8% y -0,2%, respectivamente), mientras que México crecerá 3,8%. En conjunto Centroamérica crecerá 4,2%, América del Sur 2,7 % y el Caribe 1,1%.
El estudio añade que ante el debilitamiento de la demanda externa debido a la crisis internacional, el crecimiento de la región se basó en la expansión de la demanda interna resultante del aumento de salarios y del crédito y estimulada parcialmente por la política monetaria o fiscal en la mayoría de los países
El empleo y los salarios crecieron en 2012 y hubo una reducción mayor del desempleo de las mujeres (-0,3 puntos porcentuales en el promedio simple de los países con información) que de los hombres (-0,1%). Para la región en su conjunto la tasa de desempleo urbano pasó de 6,7% en 2011 a 6,4% en 2012, cifra significativa en un contexto de desaceleración de la economía mundial.
Durante el año, la inestabilidad financiera mundial dio lugar a menos ingresos de capital de corto plazo y a más volatilidad cambiaria en los dos países más grandes de la región, Brasil y México, pero se redujeron las presiones favorables a la apreciación cambiaria. En el ámbito fiscal, la brecha entre ingresos y gastos creció en la mayor parte de países, con algunas excepciones, debido a un aumento mayor del gasto (1,5 puntos porcentuales del PIB) que de ingresos (un punto porcentual). El déficit fiscal global de América Latina aumentó de -1,6% a -2% del PIB y el del Caribe de -3,6% a -4%.
El informe agrega que la importancia de la inversión en el aumento del crecimiento de 2012 fue menor que en 2011 debido principalmente a su contracción en Argentina y Brasil, países que tienen una fuerte ponderación en la media regional. Sin embargo, el coeficiente medio de inversión de la región llegó a 22,9% del PIB en 2012, el porcentaje más alto registrado desde 1981.



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