miércoles, 14 de noviembre de 2012

SER FUNCIONAL



EL PARO QUE LE
SIRVE A LA DERECHA

Los dirigentes sindicales Hugo Moyano y Pablo Miceli preparan el paro y movilización del 20 de noviembre próximo. El camionero dijo que no irá a la marcha que convocó su impresentable socio por conveniencia.
Miceli, cuya búsqueda de esos 15 minutos de fama lo desequilibra, lo pone siempre al borde del ridículo, amenazó con que cortará accesos a la ciudad y rutas para exhibir su presunto poderío y hacer audible sus reclamos.
La medida de fuerza seguramente tendrá fuerte repercusión mediática en los medios dominantes a los que les interesa fogonear climas de zozobra social. Para eso alentaron la concentración del pasado día 8, para inducir a pensar que una determinada cantidad de personas representa a todo un pueblo. Entonces debe ser, a juicio de esos medios, irremediablemente escuchada por la presidenta lo que significa que debe cambiar de rumbo para atender esas quejas. De lo contrario, la República y sus instituciones corren serios riesgos. El relato conspirativo es un verdadero dislate.
Que piden aquéllos dirigentes? La suba del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, la universalización de las asignaciones familiares y un aumento de emergencia a los jubilados, demandas que son atendibles.
En qué contexto las formulan? En uno en el que tenemos que convivir con una crisis financiera mundial sin precedentes, con países sometidos a brutales ajustes que están provocando enormes perjuicios a sus clases trabajadoras que salen a las calles para pedir por trabajo y para evitar que se profundice la precarización laboral y los salarios, además de otras calamidades.
foto tallerlaotra.blogspot.com.ar
Moyano, que asume su rol de solícito empleado del grupo Clarín con tanto empeño, hace todo lo que le dicen que tiene que hacer y entonces repite las mismas mentiras que afirman sus patrones.
Pero ninguno de esos dirigentes se pronunció por la recuperación de la firma Zanón por parte de sus trabajadores o por la de una empresa fideera acá en Junín que ahora está a cargo de una cooperativa de laburantes.
Tampoco expresaron su alegría por la puesta en marcha nuevamente de Paraná Metal y de la expansión de otras dos firmas, las tres ubicadas en la provincia de Santa Fe que significan más producción y más puestos de trabajo. Quizás no se enteraron de la realización de un acto que contó con la presencia de la presidenta Cristina Fernández, la misma que hasta hace poco más de un año recibía elogios del camionero.
Tampoco han salido a defender a los trabajadores de prensa del Grupo Clarín que pasado mañana elegirá a su comisión gremial interna en medio de la imposición de una política de terror por parte de esa corporación.
Parece que estos no fueran temas de la incumbencia de esos impolutos defensores de los trabajadores, preocupados por ser funcionales a la derecha reaccionaria en este embate permanente al gobierno nacional y popular.
Esa derecha, que en caso que algún día alcanzara el gobierno, iría con todo para quitar derechos laborales y sociales, flexibilizar el trabajo, producir despidos, bajar salarios y haberes jubilatorios, abrir la economía y liberarla sin condiciones para recrear el modelo neoliberal que, o casualidad, combatieron ambos en los `90.

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