sábado, 17 de noviembre de 2012

TRANSACCIONES INMOBILIARIAS



DICEN QUE EL NEGOCIO
ESTÁ "ESTANCADO"


Dos empresarios ligados al sector inmobiliario local han expresado su preocupación por el "estancamiento" que advierten en el negocio. Se trata de la titular del Colegio de Escribanos, Marcela Muscariello y de Mario Garzillo.
La culpa es del "cepo cambiario" y del rechazo a recibir pesos por propiedades que fueron adquiridas en dólares.
Muscariello señaló que "hay una tendencia a la baja, sobre todo con las restricciones que existen desde el Gobierno a la moneda extranjera".
Sólo "se observa alguna tendencia respecto a los créditos del Banco Hipotecario, y se escrituran terrenos para poder obtenerlos" en obvia referencia al programa PROCREAR implementado por el gobierno nacional.
Además, dijo que "la gente realmente no hace operaciones en pesos, porque hay más confianza en la moneda extranjera. Lo que se observa es una situación de desconfianza general, y salvo cuestiones de emergencia, la gente espera".
Por su parte, Garzillo dijo que "si tomamos los últimos treinta años, hubo épocas tan malas como la actual y otras como la del 2003 al 2008 que fueron brillantes".
Nota que faltan "créditos hipotecarios. Tenemos una inflación del 30%, así que para prestar la tasa debería rondar el 17%, pero nadie lo hace cuando la inflación es mayor".
Para el año que viene pronosticó que "si no hay un cambio desde el Gobierno, el estado de ánimo de la gente es mantenerse a la espera, ver qué puede ocurrir".
"No sabemos si la gente está esperando que el dólar pique a diez pesos, que bajen los costos en dólar de la propiedad, aunque no hay mejor inversión para hoy", agregó.
Interesante estas definiciones. La "gente" confía más en el dólar que en el peso lo cual nos remite a una cuestión cultural alentada por tantos años en que nos hicieron creer que el verde era casi nuestra moneda nacional.
Tenemos que convencernos que nuestra moneda es el PESO. Las viviendas se construyen con materiales que se pagan en pesos; los salarios de los trabajadores de la construcción se pagan en pesos. Las inmobiliarias venden en dólares. Es un país verdaderamente generoso. Hay que terminar definitivamente con estas prácticas duales.
El gobierno acumula dólares --que muchos pretendían atesorar o remitir al exterior-- para pagar deudas contraídas por otros gobiernos.
En agosto se pagó el Boden 12 que recibieron aquellas personas que sufrieron el "corralito" impuesto por el ministro de Economía de la Alianza, Domingo Cavallo.
En cuanto a que "la gente" espera que el dólar "pique a 10 pesos" que se saquen de la cabeza semejante devaluación que tal vez lo salve a Garzillio pero provocaría una hecatombe a millones de trabajadores por lo que implicaría como transferencia de ingresos.
Estos son los empresarios que sólo miran su propio negocio, desentendiéndose de lo que ocurre en el mundo que lo rodea. Es el típico individualismo exaltado hasta el paroxismo.
Ojalá la actividad inmobiliaria se recomponga y compre y venda en PESOS, nuestra propia moneda.

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