UNA MARCHA OPOSITORA
CON CONSIGNAS
VACÍAS
Por Luis
Gramuglia
Finalmente, la
movilización tan promocionada por los medios dominantes se produjo. Congregó a
muchas más personas de las que participaron en setiembre, pero su carácter
esencialmente opositor al gobierno se repitió. Pero no fue pacífica y si
contuvo agravios en muchos de las pancartas y pantallas móviles que llevaron al
lugar.
El consignismo
fue heterogéneo, inconsistente, en algún caso, muy banal. Reclamos de más
seguridad, menos inflación se mezclaron con demandas variopintas como el temor
a una devaluación (que la presidenta ha rechazado enfáticamente), o el calor, o
que traigan de vuelta a la fragata. La presunta falta de "libertades"
y la oposición a la re-re elección de Cristina estuvieron también en el menú
opositor.
Todas estas
exigencias estuvieron acompañadas por deseos exasperados de que la presidenta
se vaya YA sin que importara que fuera a venir despues en un claro ánimo
destituyente. Había también carteles insultantes, que injuriaban a la
presidenta que echaba por tierra esa pretendida intención de hacernos creer que
se trataba de una movida pacífica, plagada de buenas intenciones.
Cuántos fueron?
Acaso importa? La cuestión no se dirime con la aritmética. Acá confrontan dos modelos:
uno, el que está en ejecución conducido por la presidenta Cristina Fernández y
otro, de derecha, que añora la década del neoliberalismo con el mercado como
asignador de recursos, endeudamiento externo, apertura de la economía, todo
esto con los resultados que hoy estamos observando en países europeos y que
padecimos en carne propia.
El modelo que
encarna Cristina fue claramente respaldado el año pasado en las elecciones. No
puede ser modificado porque a un grupo de personas se le ocurra que así sea. Se
pueden introducir cambios coyunturales como está ocurriendo, pero su sustancia
no está en entredicho.
Sería injusto
decir que la gran mayoría de los asistentes a la marcha no es democrática, no
cree en sus valores. Pero hay un sector importante, influyente que no quiere
esperar hasta el 2015 y busca, a través de atajos, generar una situación de
convulsión social que pueda terminar en una desestabilización del actual
gobierno.
Los enemigos
locales son poderosos y tienen aliados externos (las últimas intervenciones de
los fondos buitres son consistentes con esa alianza). El modelo económico en
vigencia conspira contra sus intereses. Son grupos corporativos que no están
acostumbrados a estar sometidos a las leyes de un determinado país, que operan
con impunidad a partir de su propia fortaleza y de su propia lógica de
funcionamiento.
Han dado
muestras en el pasado de su enorme poder contribuyendo a la caída del ex
presidente Raúl Alfonsín, por ejemplo. Durante el menemismo tuvieron vía libre
para que actuaran a sus anchas, sin controles y ello se replicó en el gobierno
de la Alianza con la imposiciones de "blindajes" y
"megacanjes" que sólo sirvieron para que muy pocos hicieran pingües
negocios y se acrecentara nuestra ya abultada deuda externa.
Este gobierno,
desde el 2003, rompió con esa lógica, pero no desde una concepción
revolucionaria sino desde una visión pragmática, de ir desmontando ese
entramado que nos asfixiaba.
Tiene que ver
esta movida con el tema de la ley de medios? Indudablemente, el grupo Clarín,
cuya capacidad de maniobra no es abssoluta, tiene en claro que su empecinada
actitud de no respetarla llega a su fin. Y entonces fogonea este tipo de
marchas con el secreto anhelo de producir un estado de caos social, inmanejable
para las autoridades que derive en un descalabro institucional.
A el grupo no
le interesa defender la libertad de expresión, sino su propio patrimonio, sus
señales de cable, su poder para fijar la agenda y para condicionar gobiernos.
Este fue, a mi
juicio, el sentido de la movilización convocada desde sectores de la
ultraderecha golpista, partidos políticos que dicen ser democráticos, grupos
minúsculos vinculados con la dictadura a los que les incomoda sobremanera la
continuidad de los juicios por crímenes de lesa humanidad.
Qué hacer
frente a semejante desafío? Estar atentos, consolidar UNIDOS Y ORGANIZADOS,
herramienta sustantiva de apoyo al gobierno, saber que somos más, que tenemos
razones suficientes como para no perder lo que hemos conquistado y que es este
gobierno el que puede solucionar los problemas que aún afectan a muchos de
nuestros compatriotas.
La lucha no se
extingue cuando uno alcanza un logro; sigue porque es preciso conquistar el
siguiente y ahí está la virtuosidad del peronismo. Su capacidad para restituir
y ampliar derechos y terminar con privilegios.-
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