sábado, 10 de noviembre de 2012

8 N



UNA MARCHA OPOSITORA
CON CONSIGNAS VACÍAS

Por Luis Gramuglia

Finalmente, la movilización tan promocionada por los medios dominantes se produjo. Congregó a muchas más personas de las que participaron en setiembre, pero su carácter esencialmente opositor al gobierno se repitió. Pero no fue pacífica y si contuvo agravios en muchos de las pancartas y pantallas móviles que llevaron al lugar.
El consignismo fue heterogéneo, inconsistente, en algún caso, muy banal. Reclamos de más seguridad, menos inflación se mezclaron con demandas variopintas como el temor a una devaluación (que la presidenta ha rechazado enfáticamente), o el calor, o que traigan de vuelta a la fragata. La presunta falta de "libertades" y la oposición a la re-re elección de Cristina estuvieron también en el menú opositor.
Todas estas exigencias estuvieron acompañadas por deseos exasperados de que la presidenta se vaya YA sin que importara que fuera a venir despues en un claro ánimo destituyente. Había también carteles insultantes, que injuriaban a la presidenta que echaba por tierra esa pretendida intención de hacernos creer que se trataba de una movida pacífica, plagada de buenas intenciones.
Cuántos fueron? Acaso importa? La cuestión no se dirime con la aritmética. Acá confrontan dos modelos: uno, el que está en ejecución conducido por la presidenta Cristina Fernández y otro, de derecha, que añora la década del neoliberalismo con el mercado como asignador de recursos, endeudamiento externo, apertura de la economía, todo esto con los resultados que hoy estamos observando en países europeos y que padecimos en carne propia.
El modelo que encarna Cristina fue claramente respaldado el año pasado en las elecciones. No puede ser modificado porque a un grupo de personas se le ocurra que así sea. Se pueden introducir cambios coyunturales como está ocurriendo, pero su sustancia no está en entredicho.
Sería injusto decir que la gran mayoría de los asistentes a la marcha no es democrática, no cree en sus valores. Pero hay un sector importante, influyente que no quiere esperar hasta el 2015 y busca, a través de atajos, generar una situación de convulsión social que pueda terminar en una desestabilización del actual gobierno.
Los enemigos locales son poderosos y tienen aliados externos (las últimas intervenciones de los fondos buitres son consistentes con esa alianza). El modelo económico en vigencia conspira contra sus intereses. Son grupos corporativos que no están acostumbrados a estar sometidos a las leyes de un determinado país, que operan con impunidad a partir de su propia fortaleza y de su propia lógica de funcionamiento.
Han dado muestras en el pasado de su enorme poder contribuyendo a la caída del ex presidente Raúl Alfonsín, por ejemplo. Durante el menemismo tuvieron vía libre para que actuaran a sus anchas, sin controles y ello se replicó en el gobierno de la Alianza con la imposiciones de "blindajes" y "megacanjes" que sólo sirvieron para que muy pocos hicieran pingües negocios y se acrecentara nuestra ya abultada deuda externa.
Este gobierno, desde el 2003, rompió con esa lógica, pero no desde una concepción revolucionaria sino desde una visión pragmática, de ir desmontando ese entramado que nos asfixiaba.
Tiene que ver esta movida con el tema de la ley de medios? Indudablemente, el grupo Clarín, cuya capacidad de maniobra no es abssoluta, tiene en claro que su empecinada actitud de no respetarla llega a su fin. Y entonces fogonea este tipo de marchas con el secreto anhelo de producir un estado de caos social, inmanejable para las autoridades que derive en un descalabro institucional.
A el grupo no le interesa defender la libertad de expresión, sino su propio patrimonio, sus señales de cable, su poder para fijar la agenda y para condicionar gobiernos.
Este fue, a mi juicio, el sentido de la movilización convocada desde sectores de la ultraderecha golpista, partidos políticos que dicen ser democráticos, grupos minúsculos vinculados con la dictadura a los que les incomoda sobremanera la continuidad de los juicios por crímenes de lesa humanidad.
Qué hacer frente a semejante desafío? Estar atentos, consolidar UNIDOS Y ORGANIZADOS, herramienta sustantiva de apoyo al gobierno, saber que somos más, que tenemos razones suficientes como para no perder lo que hemos conquistado y que es este gobierno el que puede solucionar los problemas que aún afectan a muchos de nuestros compatriotas.
La lucha no se extingue cuando uno alcanza un logro; sigue porque es preciso conquistar el siguiente y ahí está la virtuosidad del peronismo. Su capacidad para restituir y ampliar derechos y terminar con privilegios.-

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