martes, 30 de octubre de 2012

El fantasma de la "perpetuidad"



QUIERO TENER EL
DERECHO DE ELEGIR

Por Luis Gramuglia


Existe una incipiente polémica en torno de una eventual re reelección de la presidenta Cristina Fernández acerca de la cual no se ha expedido de ninguna manera.
Es un debate que está instalando la oposición para buscar algún punto que pueda presentar con cierto éxito en la elección de medio término. El propósito --que naturalmente acompañan los medios dominantes-- es que la sociedad se espante ante la sola posibilidad de que Cristina vuelva a presentarse. Entonces agitan el fantasma de la "perpetuidad" en el cargo o la intención hegemónica en el ejercicio del poder.
Esa presunta re-re debería estar precedida por una reforma de la Constitución que hoy impide un tercer mandato.
Sin embargo, quiero compartir el siguiente punto de vista. Hay intendentes (en Junín, Abel Miguel lo fue durante 20 años consecutivos porque el electorado así lo decidió) y gobernadores que siguen en esa función durante varios períodos. Lo hacen porque cuentan con el apoyo de una porción considerable de quienes votan.
En este caso, yo quiero que Cristina renueve su mandato en 2015 porque considero que es la persona, dentro del peronismo, que mejor expresa este modelo y que va a garantizar su prolongación en el tiempo.
Ahora bien, la Constitución --si es que no se reforma-- me va a impedir que ese derecho lo pueda expresar en las urnas. Me voy a ver obligado a elegir a otro candidato que puede tener méritos suficientes. Pero no voy a poder votar a quien quiero que sea la candidata del FpV.
Que, además, deberá ir a una interna previa en el peronismo para saber, en principio, si Cristina nos va a representar en la elección del 2015.
Y luego, el pueblo decidirá libre y democráticamente si la ratifica en las urnas. De lo contrario, será el pueblo el que resuelva quien la sucederá en el cargo.
Pero quiero tener la posibilidad de elegir. Además, si la presidenta es tan repudiada, tan autoritaria, si su gobierno es tan malo, si no hay libertades, casi uno podría inferir que su derrota está cantada.
Entonces algún candidato de la oposición triunfaría en esos comicios y su programa sería ejecutado sin cortapisa.
Pero insisto, en que la posibilidad de elegir al mejor candidato no puede estar supeditada a una cláusula constitucional. La voluntad popular a veces se expresa por encima de ciertas normas escritas que no son inmodificables, inmutables.
Acaso no se modificó la Constitución en el `94 en el marco de un pacto que suscribieron el PJ y la UCR que en el fondo, privilegió un toma y daca entre ambos partidos para garantizarse prebendas mutuas?
Quiero que no me coarten el derecho que tengo de elegir. Por cierto todo este planteo se derrumba si Cristina decide no presentarse en 2015. Pero mientras no se expida sobre el punto, Cristina es mi CANDIDATA NATURAL EN EL PERONISMO.-

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