...DICEN EN EL BARRIO "EL PROGRESO"
Horacio Nedef es el presidente de la sociedad de fomento del barrio "El Progreso", limitado por el Camino del Resero, José Hernández y Dr. Possio.
Con cierto enfado y algo de desazón, afirmó que "siempre estamos olvidados" en obvia referencia al "gobierno local" que --no es nuevo-- se desentiende de lo que sucede en barrios periféricos, aquellos que no están en el centro, en aquel sector de la ciudad que es más visible.
En declaraciones a un matutino local dijo que habían pedido "que se nos arregle la plaza del barrio para poder festejar adecuadamente el Día del Niño pero nunca tuvimos respuesta. Nos tienen olvidados. La intención era tenerla para esa fecha y poder festejar como corresponde, pero no fue así”.
Agregó que se le pidió a la Municipalidad, por ejemplo, cuarenta metros de cadena para arreglar las hamacas, dos tambores para armar “caballitos” y madera para los sube y baja pero no hubo arreglos" y lamentó estar "siempre olvidados”. Este desaire de las autoridades no impidió la realización del festejo que permitió agasajar a los pibes del barrio con chocolate y golosinas donados por comerciantes y vecinos.
Nada proveyó la Municipalidad, subrayó Nedef. También destacó el apoyo de una ONG que viene colaborando con la entidad barrial y desarrolla una importante actividad a favor de los chicos de este sector de la ciudad.
Dijo que estas demandas fueron hechas oportunamente a la directora de Relaciones Institucionales, Gladys Hilgert.
El fomentista señaló que no bajará los brazos. "Seguiremos reclamando. Deseamos que nos escuchen. No puede ser que nos dejen para lo último.
También existimos. No estoy pidiendo nada imposible, solamente cuarenta metros de cadena para las hamacas, por ejemplo”, aseguró con tono firme. Comentó que los vecinos del barrio ofrecieron poner la mano de obra, si el municipio aportaba esos elementos necesarios para dotar de los juegos necesarios a la plaza del sector. “La gente está concientizada de que hay que cuidar”, destacó. Pero en la lista de reclamos hay otras cuestiones que, en algún caso, tiene que ver con la salud pública. Puntualizó, en este sentido, que las cloacas se rebalsan y los líquidos efluentes salen a la calle, rebalsando las tapas los días de lluvia, o también en el verano cuando hay mucho consumo de agua.
Dijo que esta situación, en su momento, fue comunicada a Hilgert, pero no hubo hasta el momento respuesta municipal. Reveló que el riego brilla por su ausencia. “El regador -sostuvo—lo más cerca que pasa de acá es por calle Bauman. Por lo menos, hace más
de dos años que no entra al barrio”.
Finalmente, hizo hincapié en que “estamos olvidados. Reclamamos, nos dicen que sí pero no hay respuestas. No pedimos nada fuera de lo común”.
Con cierto enfado y algo de desazón, afirmó que "siempre estamos olvidados" en obvia referencia al "gobierno local" que --no es nuevo-- se desentiende de lo que sucede en barrios periféricos, aquellos que no están en el centro, en aquel sector de la ciudad que es más visible.
En declaraciones a un matutino local dijo que habían pedido "que se nos arregle la plaza del barrio para poder festejar adecuadamente el Día del Niño pero nunca tuvimos respuesta. Nos tienen olvidados. La intención era tenerla para esa fecha y poder festejar como corresponde, pero no fue así”.
Agregó que se le pidió a la Municipalidad, por ejemplo, cuarenta metros de cadena para arreglar las hamacas, dos tambores para armar “caballitos” y madera para los sube y baja pero no hubo arreglos" y lamentó estar "siempre olvidados”. Este desaire de las autoridades no impidió la realización del festejo que permitió agasajar a los pibes del barrio con chocolate y golosinas donados por comerciantes y vecinos.
Nada proveyó la Municipalidad, subrayó Nedef. También destacó el apoyo de una ONG que viene colaborando con la entidad barrial y desarrolla una importante actividad a favor de los chicos de este sector de la ciudad.
Dijo que estas demandas fueron hechas oportunamente a la directora de Relaciones Institucionales, Gladys Hilgert.
El fomentista señaló que no bajará los brazos. "Seguiremos reclamando. Deseamos que nos escuchen. No puede ser que nos dejen para lo último.
También existimos. No estoy pidiendo nada imposible, solamente cuarenta metros de cadena para las hamacas, por ejemplo”, aseguró con tono firme. Comentó que los vecinos del barrio ofrecieron poner la mano de obra, si el municipio aportaba esos elementos necesarios para dotar de los juegos necesarios a la plaza del sector. “La gente está concientizada de que hay que cuidar”, destacó. Pero en la lista de reclamos hay otras cuestiones que, en algún caso, tiene que ver con la salud pública. Puntualizó, en este sentido, que las cloacas se rebalsan y los líquidos efluentes salen a la calle, rebalsando las tapas los días de lluvia, o también en el verano cuando hay mucho consumo de agua.
Dijo que esta situación, en su momento, fue comunicada a Hilgert, pero no hubo hasta el momento respuesta municipal. Reveló que el riego brilla por su ausencia. “El regador -sostuvo—lo más cerca que pasa de acá es por calle Bauman. Por lo menos, hace más
de dos años que no entra al barrio”.
Finalmente, hizo hincapié en que “estamos olvidados. Reclamamos, nos dicen que sí pero no hay respuestas. No pedimos nada fuera de lo común”.
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