Cazando a los zorritos…
POR MANUEL MADRID
…”En Alberti e Intendente de la Sota… yo salgo
para allá”... Roxana cierra el SMS y se
despide del resto de la gente que conversaba en una reunión informal en
Narbondo 14.-Perdón pero me tengo que ir…
están parando los inspectores.- sin más aclaraciones toma el casco de su
moto y unos afiches doblados que estaban debajo de una rompevientos negra que
apura a ponerse. Todos sus interlocutores entendieron de que se trataba y la
ven alejarse o mejor dicho, escuchan el agudo rugido de la Motomel 70 que primero se enciende y luego se confunde
con el álgido tráfico a esas horas de la tarde.
Desde
hace un tiempo que la Dirección de Transito de la Municipalidad de Junín
endureció controles y redadas, incorporando más de 40 inspectores a su personal,
quienes parapetados en cualquiera de las arterias de mayor tránsito de la
ciudad pesquisan el estado de las motos, papeles y cascos de sus conductores so
riesgo de continuar su viaje caminando, si algo no anda bien.
Roxana
llega al lugar convenido donde se encuentra con la autora del mensaje Vanesa,
junto a otra vecina del barrio El Progreso. A excepción de Roxana ninguna de
ellas supera los treinta años. Vanesa y Roxana se apuestan en dicha
intersección de calles (imposible no verlas para cualquier conductor que venga
por una de las calzadas) y despliegan un afiche amarillo con fondo de letras
negras: INSPECTORES PARANDO. Mientras
tanto la tercera mujer increpa sola a cuatro inspectores que sobre la calle
Alberti seleccionaban los ciclomotores que debían detenerse al control. -¡no jodan a los que laburamos, turros!-los
inspectores medio confundidos por la situación intentan ignorar la escena,- ¿para qué quieren la guita, no les alcanza
con lo que afanan?- (sabe descargar con munición pesada cuando abre la boca
molesta por algo).
Trasladarse
al lugar de trabajo y demás, con el riesgo de perder la moto, el único medio de
transporte disponible para tantas familias de bajos ingresos que ni siquiera
cuentan con la opción del transporte público, representa un serio inconveniente
cotidiano. Por esto un grupo de personas encabezados por Roxana se dispusieron
a no quedarse de brazos cruzados. Para ello realizaron marchas en caravana con
sus motos, concentraciones, salidas en los medios de comunicación y lo que es
más novedoso (y tal vez más notorio) un
patrullaje y control sobre los inspectores con reuniones relámpago donde estos se encuentran para alertar a los motociclistas de su presencia.
-“el objetivo
del municipio es recaudar de los pobres, no le interesan los accidentes.
No hubo menor número desde que están los inspectores parando”….me explica Roxana en dialogo;”es imposible pagar para un pobre la multa
que piden por no usar casco o no tener licencia para conducir”… en otros
tramos explica que sacar un carnet cuesta 250$ y que el tramite es dificultoso
para muchas personas que tienen dificultad para leer y el municipio no ofrece
una solución.
El tema es complejo y
presenta muchas aristas. La tasa de accidentes en Junín es elevadísima, y en su
gran mayoría se ven involucradas motos. Los perjuicios son múltiples, los
humanos los más lamentables. Los jóvenes quedan en muchos casos secuelados de
por vida. Lo sabemos quienes trabajamos en las guardias del hospital aunque
difícil no ver para cualquiera por la magnitud de los eventos. La falta de
apego a las normas de transito, la imprudencia, la falta de condiciones de las
motos, el no uso del casco, el uso de alcohol, la falta de licencia (claro
está) son factores que aumentan el número de accidentes y la gravedad de los
daños. Indudablemente algo hay que hacer... No soy un especialista en el tema
pero intuyo que la solución a la problemática de los accidentes (y quisiera
hacer foco en las motos, por su mayor protagonismo en la tragedia) deberá ser
tan múltiple como los factores que la generan. Los mayores controles son
ineludibles para aumentar la responsabilidad en el tránsito, así como la
severidad a quienes transgreden las
normas. Ahora; el reclamo que hace Roxana (seguro en representación de muchos)
deberá ser atendido. El intendente no es
capaz de organizar ni una sola línea de transporte urbano (y va por sus diez
años en el ejecutivo); los controles deberían hacerse en todos los
niveles sociales por igual (no creo que haya dudas en esto, al menos
conscientemente…); además el municipio debería valerse de estrategias de
educación vial a nivel poblacional y no solo echar mano a la multa.
En
qué medida los medios de protesta empleados por estos intrépidos motociclistas
son aprobados por el resto de los juninenses seguramente es polémico y
subjetivo; lo que nadie va a poder negar es el sentido solidario que las
motiva, y de la audacia y el valor con que las llevan adelante.
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