martes, 18 de septiembre de 2012

ASIGNACION UNIVERSAL



LA AVANZADA DEL PRO
CONTRA LA AUH



El senador radical Ernesto Sanz había dicho oportunamente que la Asignación Universal por Hijo, que es destinada a las familias de menores recursos, se iba por "la canaleta de la droga y el juego" en un claro desprecio a quienes recibirían el beneficio que, de acuerdo con su interpretación, lo utilizarían con esos fines.
Pero ahora, el ministro de Educación del macrismo, Esteban Bullrich embistió contra la AUH como parte de una política de Estado.
Se trata, dijo, de "una política del fracaso", y que la reciente decisión de la presidenta de disponer un aumento "genera un problema para toda la sociedad". En su lugar, propuso cambiar el beneficio por lo que denominó un "subsidio al trabajo".
"Aumentar la AUH es demostrar por parte del gobierno que es incapaz de resolver los problemas de pobreza, que la única forma que tiene de resolver los problemas de la gente no es dando trabajo y libertad con el trabajo, o mejor educación, sino dándole más plata. La realidad es que esa más plata en algún momento genera un problema para toda la sociedad", sostuvo Bullrich. "La AUH en sí misma es una política del fracaso. Cuando uno tiene que ayudar desde el Estado es porque la política de desarrollo fracasó", indicó.
En caso que el procesado Mauricio Macri llegue a la presidencia en 2015, anticipó que dejaría sin efecto la AUH. "Trabajaría (Macri) para transformarlo en un subsidio al trabajo, que genere fuentes de trabajo reales, no ficticias y que vaya realmente a una mejor educación", agregó.
Que en boca de un funcionario del PRO se hable de pobreza, trabajo, educación parece un chiste de mal gusto porque poco y nada hizo ese agrupamiento para resolverlos en la ciudad más rica de la Argentina.
Bullrich es el mismo que pidió que se denunciara a la policía a los chicos que habían tomado escuelas el año pasado, que instaló la línea 0800 para que se informara sobre la "intromisión política" de La Cámpora en las escuelas y que suspendió a maestras de un colegio por haber hecho una dramatización sobre los cierres de cursos que había dispuesto. Estas dos últimas medidas fueron revertidas por decisión de la justicia.
Pero Bullrich no hizo mención sobre el Programa Ciudadanía Porteña, instaurado desde el año 2005 por la gestión de Jorge Telerman, y que fue continuado, aunque no de forma masiva, por el macrismo. Según su definición, apunta a establecer mecanismos de "redistribución del ingreso" para evitar la reproducción de la pobreza. "Es un programa de transferencia de ingresos a los hogares en situación de pobreza e indigencia que residen en la Ciudad, condicionada al cumplimiento de la asistencia escolar de los menores de 18 años y al control de salud. Es la mujer la titular del beneficio, sea esta la jefa de hogar o la cónyuge del jefe", sostiene el subsidio que, según cifras del Ministerio de Desarrollo Social porteño, alcanza a poco más de 60 mil beneficiarios. No es universal. Se deben acreditar dos años de residencia en el distrito y "tener documentación argentina en regla". El monto promedio del subsidio es de $ 249,44 , con un mínimo de $ 80 y un máximo de $ 800, según el costo de la canasta básica, calculada en base al Indec. Esa cifra, según datos del gobierno PRO y, al contrario del criterio del ministro Bullrich, se actualiza cada tres meses.
Digamos que este sería el primer anuncio electoral de un partido político con vistas al 2015. Debería formar parte de la plataforma del macrismo.
Bullrich se hizo eco de demandas de muchos caceroludos que estuvieron en la plaza de Mayo quienes objetan la AUH porque generaría una "procreación irresponsable".
Según esta disparatada teoría, muchas mujeres se embarazarían para cobrar la Asignación como si fueran meras incubadoras y no personas que ansían tener un hijo para quererlo y protegerlo, darle salud y educación.
Son "fábricas de chicos" como alguna vez titulara un medio del Grupo Clarín, concepto que Bullrich parece haber recogido.
En cuanto a que la AUH es un "fracaso" basta recurrir a las cifras que indican que creció la matrícula escolar y que aumentó el consumo de los sectores populares que más necesitan esa ayuda del Estado.
Recordemos que la reciben trabajadores informales, empleadas domésticas, entre otros sectores vulnerables por lo que ese dinero que perciben mes a mes representa un ingreso que no hay que desestimar.
Pero el macrismo tiene una visión elitista del rol del Estado. En sintonía con el pensamiento de una parte de la ciudadanía, el PRO alienta tener un Estado que no tenga injerencia en la economía, que deje a su arbitrio a las fuerzas del mercado.
Seguramente si Macri es presidente no sólo la AUH llegaría a su fin, sino que otros logros obtenidos en estos años pasarían a mejor vida como, por ejemplo, el Fútbol para Todos.
La avanzada neoliberal, la que añora los años de la dictadura y del menemismo, está encarnada por el PRO y sus adláteres. Ya lo sabemos.--

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