UNA OPOSICIÓN
MEDIOCRE
La oposición a este gobierno es de una mediocridad que
aterra. Se muestra incapaz de tener una estrategia más o menos inteligente para
tratar de posicionarse frente a un electorado que deberá votar en octubre
próximo en las legislativas.
Ayer fue un día
que esa dirigencia pudo haber aprovechado. Pero, no. No fue a la ceremonia de
recepción de la fragata Libertad, que había permanecido secuestrada en un
puerto ghanés por disposición de un fondo buitre, para no quedar pegada a lo
que suponía un acto oficialista. Una parte de esa misma dirigencia dijo que no
fue porque se les avisó tarde por el martes.
Y esos
dirigentes, dónde estaban? Tan lejos de Mar del Plata que no podían llegar a
tiempo?
Y por supuesto
que el gobierno aprovechó y se apropió del acto como hubiera hecho cualquier
otro gobierno en una circunstancia parecida. Qué esperaban? Que Cristina
agradeciera la gestión de Alfonsín, Binner, Macri, de Narváez, Pinedo
o Bullrich para recuperar la fragata?
Muchos de estos
políticos abogaban --instigados por los grupos mediáticos a los que rinden
pleitesía-- por pagarle al fondo buitre que trató de adueñarse de esa nave.
Incluso, propiciaron la creación de una suerte de "fondo patriótico"
para juntar los 20 millones de dólares que era una especie de fianza para que
Ghana dejara salir a la fragata, dinero que, obviamente, iba a las arcas de
esos especuladores financieros. El intento fracasó estrepitosamente.
El gobierno
optó por otro camino, el de la ley y entonces recurrió al Tribunal del Mar que
le dio la plena razón y ordenó la inmediata liberación de esa nave insignia de
la Marina.
Esa dirigencia
es mezquina, medrosa, casi inimputable por la forma en que plantea su
disidencia. El conflicto con ese fondo tiene que ver con la preservación de
nuestra soberanía, de impedir la incautación de recursos que son de todos los
argentinos.
El fondo buitre
que tuvo un fallo favorable del juez buitre Thomas Griesa exigía un pago
contado de 1.250 millones de dólares. Un tribunal superior rechazó ese fallo y
puso las cosas en su lugar hasta fines de febrero cuando habrá una sentencia
definitiva.
Pero volviendo
a lo de ayer, fue un acto de reivindicación de nuestra soberanía, de nuestra
dignidad como Nación.
La presidenta
Cristina Fernández decidió rechazar exigencias inaceptables y buscar el amparo
de la ley internacional. Y estuvo acertada. Allí está la fragata. Y no se pagó
un solo peso para que estuviera donde está.--
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