UNA NOTA
EMPALAGOSA
El jefe de
prensa del Municipio de Junín, Luis Pablo Alonso publicó este pasado domingo en
el diario La Verdad una nota titulada "Junín, una ciudad con brillo y
mezquindades".
Empieza el
artículo haciendo referencia al "espectáculo de nivel internacional"
protagonizado por los tenistas del Potro, Roddick, Vilas y Clerc que
"difícilmente se vuelva a repetir en nuestra ciudad".
Realizarlo
"no fue consecuencia del azar ni del espíritu aventurero de un empresario
artístico" sino que ha sido consecuencia de una "manera muy especial
de gestionar desde el gobierno local, de generar relaciones, confianza,
seriedad y aprovechar los recursos naturales y edilicios que tiene nuestra
ciudad para instalarla a nivel nacional como una de las ciudades más
renombradas".
Esta
descripción nos hace pensar que vivimos en una ciudad maravillosa,
deslumbrante, sin falencias, sin claroscuros y sin ninguna mención a que aquí
se eliminó la tasa de espectáculo que, naturalmente, convierte a Junín en una
interesante plaza ya que hay un dinero que el empresario no tiene que pagar y
que va a algún bolsillo (o a algunos). Este faltante fue reemplazado con una
impiadosa caza de motociclistas que "contribuyen" con el dinero de
las multas a atender algún agujero en las cuentas municipales.
"Junín
tiene brillo" señala, exultante, Alonso y agrega que los visitantes que se
acercan "se quedan asombrados de lo que ofrece esta ciudad y las bellezas
naturales que rodean el casco urbano y permiten la explotación del mismo".
Esto no es
fruto de la casualidad, "sino del trabajo que viene haciendo desde hace
nueve años el intendente Mario Meoni" para hacer de Junín lo que describe
con tanto apasionamiento Alonso.
Pero no solo en
materia de espectáculos Junín está en la cima sino también en el "ámbito
productivo e industrial" que ha significado la "saturación" del
parque industrial, al tiempo que en el marco del plan estratégico se está
trabajando para lograr un "crecimiento planificado y sensato para los
próximos 10 años".
Todo este
prodigio, le permite a Alonso inferir que esta gestión es una de las más
"relevantes y prósperas de la vida institucional de Junín".
Por supuesto,
hizo referencia a la oposición "cuyas críticas más endebles hablan de un
intendente ausente y preocupado por su proyección personal" que hace obras
pese a sufrir "la discrecionalidad del gobierno nacional" como el
mismo señala" asumiendo el rol de víctima que es una de las principales caracerísticas
del intendente Meoni. Esto, claro, no lo dice Alonso.
Frente a esta
catarata de hechos, se acumulan "las mezquindades y las críticas banales
que se realizan desde algunos sectores de la oposición", preguntando
porque las obras que estaban comprometidas durante la campaña electoral del
2011 en caso que ganaran los candidatos del FpV "no fueron gestionadas de
igual forma" si, en definitiva, quien se iba a beneficar era el vecino de
Junín.
"Esta es
la mezquindad de la que habla el intendente" dice Alonso que se traduce,
además, en "obstruir y postergar las obras añoradas por los juninenses
como "son el paso bajo nivel de Rivadavia y la nueva terminal de
omnibus".
Finalmente,
recomienda que se posterguen "los proyectos y ambiciones personales por el
bien general".
Entiendo que
Alonso es ahora funcionario del gobierno, pero no sé si le pidieron tanto.
Se trata de una
nota empalagosa que el solo leerla a uno lo indigesta tanto gusto dulzón.
Plantear que
vivimos en una ciudad fascinante, con una gestión sin mácula, con un intendente
volcado a brindar lo mejor de sí en aras del bien común, casi como si fuera un
ser de otro planeta es un insulto primero a la inteligencia de una enorme
cantidad de ciudadanos que padecen serias carencias en materia de obras básicas
de infraestructura.
Alonso tiene
esa mirada "centrista" que cree que la ciudad tiene un límite más
pequeño del que realmente posee. No, la ciudad no termina en la vía; se
extiende más allá e incluye a barrios abandonados por la gestión municipal.
El negocio
planteado en torno a la terminal de omnibus no es una obra que los juninenses
"añoran". Se trata de una operación que habrá de beneficiar a unos
pocos y claramente no está entre las prioridades de la población local.
Desde el FpV
planteamos otro tipo de ciudad, más inclusiva, con fábricas que procesen la
materia prima que se logra aquí, con más trabajo, con más obras de
infraestructura, con más vivienda.
Queremos meter
a Junín en este círculo virtuoso que implica la vigencia de este modelo que
siempre habrá de requerir cambios coyunturales.
Cansa escuchar
lo de la supuesta discriminación que sufre Junín por no "ser del
palo". Lo que hay que hacer es gestionar, reclamar, golpear puertas. La
victimización es el recurso al que apelan los mediocres para cubrir su falta de capacidad para
hacer lo que se comprometieron en la campaña electoral.--
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