LA
DERECHA CONVOCA
DESDE EL ODIO DE CLASE
DESDE EL ODIO DE CLASE
Parece
que el próximo jueves en plazas de la ciudad autónoma y otras del interior del país habrá concentraciones de ciudadanos para expresar que
tienen "miedo", que la Constitución hay que "respetarla" y
que la opción es "democracia o diktadura" (así con K).
Esta turbamulta, que expresa a los sectores más reaccionarios de la sociedad, asumen como propio el discurso de los grupos mediáticos que bombardean con esas consignas a través de sus radios, diarios y canales de TV.
No disciernen, no se toman el trabajo de pensar. Repiten y se potencian entre ellos. Cazan en el zoológico. Saldrán seguramente con sus cacerolas, harán ruido con ellas, gritarán que hay una "dictadura", se manifestarán en contra de la re-re.
Dirán que andan por la vida con "miedo" porque Cristina dijo que le tengan un "poquito de miedo".
Es posible que puedan comparar a este gobierno democrático con una dictadura? Hay "miedo" para decir lo que uno quiera? Acaso no aparecen noticias descabelladas, que se tramitan como operaciones de prensa destinadas, precisamente, a instalar un clima que nos haría pensar que vivimos bajo un régimen stalinista? Manipulación, mentiras, ocultamiento de la información son algunas de las herramientas que usan los grupos mediáticos concentrados.
Este discurso está destinado a crear ese clima y son esos ciudadanos --que añoran aquellos viejos tiempos de la dictadura--, los que lo harán propio.
No hay pensamiento crítico; solo hay voluntad de sostener esas consignas que evidencian el profundo odio que tienen por los sectores populares cabalmente expresados por la presidenta.
Cuando terminan la catarsis, volverán a sus hogares, prenderán la TV, sintonizarán TN, escuchacharán Mitre o leerán Clarín o La Nación y cargarán sus pilas o el chip que tienen en la cabeza para una próxima manifestación a la que serán convocados como autómatas que tienen que repetir un rito.
Estos sujetos son la derecha, son quienes piensan que los represores detenidos son "presos políticos", que la asignación universal genera clientelismo, que vamos hacia una sociedad "chavista" como si las experiencias políticas de cada país pudieran extrapolarse alegremente, que no hay libertad de prensa y de expresión pese a que los medios dicen lo que les viene en gana.
Carecen de una propuesta que pueda subyugar a alguien, carecen de líderes capaces de entusiasmarlos. Sólo tienen a mano a un procesado como Mauricio Macri que podría terminar en la cárcel. Miran a diestra y siniestra y sólo ven dirigentes patéticos, oscuros, a quienes no se les cae una idea.
Entonces, recurren al odio, la descalificación, el agravio, la afrenta.
El peronismo ha sufrido en carne propia estas expresiones de los sectores oligárquicos a través de golpes de Estado, persecuciones, prohibiciones, asesinatos, desaparición forzada de personas, torturas, violaciones, exilio.
Esta turbamulta, que expresa a los sectores más reaccionarios de la sociedad, asumen como propio el discurso de los grupos mediáticos que bombardean con esas consignas a través de sus radios, diarios y canales de TV.
No disciernen, no se toman el trabajo de pensar. Repiten y se potencian entre ellos. Cazan en el zoológico. Saldrán seguramente con sus cacerolas, harán ruido con ellas, gritarán que hay una "dictadura", se manifestarán en contra de la re-re.
Dirán que andan por la vida con "miedo" porque Cristina dijo que le tengan un "poquito de miedo".
Es posible que puedan comparar a este gobierno democrático con una dictadura? Hay "miedo" para decir lo que uno quiera? Acaso no aparecen noticias descabelladas, que se tramitan como operaciones de prensa destinadas, precisamente, a instalar un clima que nos haría pensar que vivimos bajo un régimen stalinista? Manipulación, mentiras, ocultamiento de la información son algunas de las herramientas que usan los grupos mediáticos concentrados.
Este discurso está destinado a crear ese clima y son esos ciudadanos --que añoran aquellos viejos tiempos de la dictadura--, los que lo harán propio.
No hay pensamiento crítico; solo hay voluntad de sostener esas consignas que evidencian el profundo odio que tienen por los sectores populares cabalmente expresados por la presidenta.
Cuando terminan la catarsis, volverán a sus hogares, prenderán la TV, sintonizarán TN, escuchacharán Mitre o leerán Clarín o La Nación y cargarán sus pilas o el chip que tienen en la cabeza para una próxima manifestación a la que serán convocados como autómatas que tienen que repetir un rito.
Estos sujetos son la derecha, son quienes piensan que los represores detenidos son "presos políticos", que la asignación universal genera clientelismo, que vamos hacia una sociedad "chavista" como si las experiencias políticas de cada país pudieran extrapolarse alegremente, que no hay libertad de prensa y de expresión pese a que los medios dicen lo que les viene en gana.
Carecen de una propuesta que pueda subyugar a alguien, carecen de líderes capaces de entusiasmarlos. Sólo tienen a mano a un procesado como Mauricio Macri que podría terminar en la cárcel. Miran a diestra y siniestra y sólo ven dirigentes patéticos, oscuros, a quienes no se les cae una idea.
Entonces, recurren al odio, la descalificación, el agravio, la afrenta.
El peronismo ha sufrido en carne propia estas expresiones de los sectores oligárquicos a través de golpes de Estado, persecuciones, prohibiciones, asesinatos, desaparición forzada de personas, torturas, violaciones, exilio.
UNIDOS Y ORGANIZADOS es la consigna que transmitió Cristina. Estar unidos y
organizados nos permitirá sobrellevar este embate brutal, despiadado por parte
de quienes aborrecen al movimiento nacional y popular hasta el paroxismo. --
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